Su concepto de local alternativo y su afición por la música, el cine y el teatro hizo que muy pronto empezase a ser frecuentado por un público bohemio y artístico.
Los primeros en aparecer fueron los músicos atraídos por el estilo y la colección musical del local.
Una selección de vinilos y cintas entre las que se encontraban rarezas descubiertas en ferias y mercadillos, conciertos piratas o música importada. Los grupos de rock compostelanos se reunían cada noche en el local: Nicho Varullo, Os Quinindiola, Los Hongos, The Tombstones, y músicos consagrados que daban entonces sus primeros pasos como Fran Pérez Narf, que fue además el primer camarero del local.